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´La industria ha avanzado mucho a nivel tecnológico pero no formativo´

Faro de Vigo

 

Actualmente con una plantilla de 700 empleados, Extrugasa exporta el 60% de su producción a más de 30  países

 

Andrés Quintá lidera una de las empresas clave del sector del aluminio, actualmente con una plantilla de 700 empleados, de los cuales aproximadamente 120 son mujeres. Se trata de Extrugasa, ubicada en Valga. Actualmente tiene presencia en cuatro continentes. Exporta el 60% de su producción directamente a más de 30 países. – Extrugasa es una de las empresas punteras en el sector del aluminio. ¿Qué proyectos tiene en cartera?

– El avance tecnológico actual va a la par del progreso industrial, por lo que para que Extrugasa siga siendo referente tecnológico y de calidad, y continúe difundiendo y expansionando sus fabricados y su marca a nivel nacional e internacional, debemos seguir invirtiendo en la adquisición de la última tecnología. En base a ello, contamos actualmente con 6 prensas de extrusión; líneas de lacado, anodizado y mecanizado hasta 14 metros; prensas de estampado; y otros procesos complementarios que nos hacen posible proporcionar a nuestros clientes perfilería con alto valor añadido, diferenciándonos y posicionándonos de los competidores generalistas. Desde el arranque de nuestra actividad, nuestros proyectos en nuevos mercados han surgido por la merma de los mercados existentes; lo que nos ha obligado a desarrollar fabricados innovadores para seguir superándonos diariamente. Para ello, hemos ido incorporando a nuestra oficina técnica personal capacitado para diseñar y desarrollar cualquier perfil que nos soliciten.

– ¿Cómo nació Extrugasa?

– Sin duda, el germen de la industria del aluminio en la comarca nació de la forja propiedad de los hermanos Quintá. Empezamos con una escasa tecnología artesanal trabajando para la arquitectura, con cerrajerías, y forja en hierro. Sin duda, los conocimientos adquiridos con el oficio y nuestra visión futura del mercado nos hizo darnos cuenta de las posibilidades del aluminio como nuevo material; y dimos un gran salto, iniciándonos en el mercado de la fabricación de ventanas de aluminio. A partir de ahí, nuestra experiencia, fruto del duro trabajo, y la gran responsabilidad a la hora de reinvertir nuestros beneficios en la última tecnología y útiles nos dieron la oportunidad de seguir creciendo, en trabajo y facturación, y de entrar en mercados cada vez más lejos de nuestras fronteras.

–Como presidente de la Asociación de Empresarios de los valles de Ulla-Umia, ¿cómo ha evolucionado la industria en la comarca en los últimos 25 años? ¿Se ha creado empleo en la zona?

– La Asociación de Empresarios de los Vales de Ulla-Umia (AEVU), que tengo el honor de presidir desde el año 2000, está formada por empresas de los siete municipios de la comarca: Caldas, Catoira, Cuntis, Moraña, Pontecesures, Portas y Valga.´Todos coincidimos que la industria ha avanzado mucho a nivel tecnológico pero no a nivel formativo. Muchas industrias, así como Extrugasa, fabricamos productos de alto valor añadido, nos encontramos escasos de personal técnico. Somos las propias empresas las que nos vemos obligadas a dar formación teórica y práctica a los nuevos trabajadores para adaptarlos a nuestros fabricados y procesos metalúrgicos.

La falta de apoyo a la formación profesional y la desaparición de las maestrías industriales de antaño dificultan nuestra captación de personal cualificado y adaptado a estos avances tecnológicos que comentamos. Como presidente de AEVU y EXTRUGASA, tengo contacto con numerosos centros formativos de la comarca y todos coinciden en lo difícil que es formar a las nuevas generaciones sin unas bases actualizadas, con instalaciones y equipos antiguos y rudimentarios.

Tenemos que ser conscientes que la tecnología avanza a pasos abismales, las industrias nos vemos forzadas a ir a la par; pero no pasa lo mismo con la enseñanza. Está demostrado que no es funcional y la falta de este personal con una cualificación específica ha contribuido a la ruina de muchas empresas, que no han sido capaces de seguir compitiendo.

– ¿Cuál es la clave del éxito de la industria del Ullán?

– Sin duda, el éxito ha sido la existencia en esta de empresarios de antaño que representamos a nuestra comarca con estands en las ferias internacionales más importantes de cada sector.

“Los tiempos de abundancia y escasez existen desde la Edad Antigua”

– ¿Cómo ha afectado la crisis económica a su empresa?

– Los tiempos de abundancia y escasez existen desde la edad antigua. De ellos aprendimos la historia bíblica de “Las vacas gordas y las vacas flacas”; fiel y perpetuo reflejo de los ciclos y recesiones de la economía. Antes de emprender un nuevo proyecto o empresa, uno debe planificar financieramente cómo administrar el dinero y prepararse para las fases de crisis, donde quizá haya que echar mano de lo acumulado en los años anteriores. Era imposible seguir manteniendo esa etapa de endeudamiento fácil por la apertura de créditos en los bancos, tanto para consumo como a nivel industrial, que aventuraba a muchos intrépidos a comprar y expandirse sin bases ni cálculos. Y al desmoronarse la burbuja de la construcción, numerosas empresas dejaron de cubrir sus compromisos; y las que no resistieron, desaparecieron al igual que su dinero, dejando un rastro de proveedores impagados. Extrugasa, al igual que todas las empresas del sector de la construcción, ha tenido algún que otro de esos clientes con impagos que nos han hecho utilizar los fondos propios acumulados para soportar esta mala época económica que consiguió tambalear y arruinar a muchas empresas, y empresarios que incluso perdieron parte de sus bienes privados. Al igual que en el cuento de “La lechera”, la vida te presenta varias situaciones que uno debe superar. No se puede ser impaciente con el futuro, intentando crecer sin unas buenas bases; porque te puede sorprender algún obstáculo que te prive de tus metas. Debemos operar con más conciencia y prudencia para evitar vernos devorados por estas crisis económicas y/o sectoriales.

 

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